El periodismo desapareció definitivamente. Los periodistas se convirtieron en los protagonistas de las noticias que habían de transmitir, y las noticias fueron ellos mismos, o sea, autobiografía, o sea, ficción. La narrativa había triunfado.
La tecnología avanzó tanto, que el ser humano fue liberado de cualquier tipo de esfuerzo físico. La musculatura se le atrofió. Tuvo entonces que aplicar el desarrollo tecnológico a la creación de ingenios que impidieran su atrofia muscular.
Aquella universidad era considerada por la comunidad científica del país como muy extravagante. A los aspirantes a ocupar plazas docentes se les exigía conocimientos en lugar de títulos.