Archivo mensual: septiembre 2017
Pretendían hacer realidad sus nuevas ideas sobre los museos. Lo lograron. Crearon el Museo de las Ideas, un mayestático edificio cuyo interior estaba completamente vacío. Recibieron numerosos galardones, claro está, por su innovadora concepción. Para unos, las ideas flotaban en el aire; para otros, sólo el vacío podía garantizar que todas tuvieran igual relevancia. Pero quien mostró más admiración fue el personal de limpieza.
En aquella comunidad la muerte no existía. Cuando alguien fallecía, decían que se había ido al otro barrio, que había pasado a mejor vida, que había subido al cielo, que había estirado la pata, que se había quedado frito, que había doblado la servilleta, que había hincado el pico, que había liado los bártulos. Todos estaban gozosos de su inmortalidad, y el mismo gozo les hacía vivir muchos años.