Archivo mensual: enero 2022
-¿Podría decirme a qué hora pasa el tren?
-No lo sé…
-Parece Ud. apesadumbrado.
-Lo estoy. Y aunque Ud. Sea un desconocido para mí, quiero confesarle la causa de mi pesar: me pesa la memoria.
-¿Cómo?
-Que lo recuerdo todo, absolutamente todo, y eso es una cruz.
-Ud. es un farsante. La semana pasada le pregunté la hora, y ahora no me ha reconocido.
-Le he dicho que lo recuerdo todo, pero Ud. está fuera del todo.
-¿Qué quiere decir?
-Que Ud. no es nada. Y la nada no merece atención alguna.
-Hoy celebramos nuestras bodas de plata.
-¿Por qué?
-Porque hace 25 años que nos casamos.
-¿Y qué?
-Que es un año especial.
-¿Y por qué no el que hace 24 o el que hace 26?
-Porque no son años redondos. Aunque, bien mirado, también podríamos celebrarlos.
-A ti te gustan mucho las celebraciones. Celebra la no celebración y así todos los días serán algo grande.
-Te mando un besito muy grande.
-Eso es una incongruencia: los besitos no pueden ser grandes ni muy grandes.
-La incongruencia es tuya: me estás respondiendo como si lo del besito te lo hubiera dicho de viva voz, cuando solo está escrito.
-Y si todo esto solo es comunicación escrita, ¿por qué me respondes?
(Tres amigos en un bar)
-Estoy entre los tres mejores.
-Entonces, eres el tercero.
-¿Y por qué no puede ser el primero? Es una persona humilde.
-No. Es una persona vanidosa. De otra manera, no se colocaría en esa posición de privilegio.
-Te equivocas. Tú confundes la vanidad con la falsa humildad. Este, en cambio, es verdaderamente humilde, puesto que concibe el éxito como una situación (“estoy”), no como una condición (“soy”).