-Me apasiona el cine.
-Pues no lo parece. No vas nunca.
-También me apasiona la carne, y no la como.
-¿Y eso?
-No me gusta que hagan sufrir a los animales.
-¿Y respecto al cine?
-¿Es que no ves lo que sufren los protagonistas en las películas?
-Anda, baja ya del escenario.