juego de azar
Después de ganar una fortuna en un juego de azar, creyó que el medio en el que se desenvolvía era muy inseguro y contrató un ejército de guardaespaldas. Pero siguió sintiéndose inseguro. Consultó a cuatro sabios doctores. Uno le dijo que cambiara de entorno; el segundo, que el entorno no era inseguro, sino que el inseguro era él; el tercero, que tenía el destino marcado, como todos los mortales, y que nada podría cambiarlo; y el último, que todo depende del azar, y que este, al igual que le dio la riqueza, le podía quitar esa misma riqueza y la otra mayor, la vida. Contrató dos ejércitos de guardaespaldas más.