mirar
-Se te van los ojos detrás de las jovencitas.
-Soy un viejo que chochea.
-Si chochearas, no las mirarías.
-No miro la belleza de su cuerpo, sino su juventud.
-Es extraño: el bar está casi vacío.
-Le está bien empleado al dueño.
-¿Qué te ha hecho el hombre?
-Me mira mal.
-¿Y por qué no le has dado un navajazo?
-Por no llevarte la contraria con lo del casi.
-Pero esto te lo he dicho después de que te mirara mal.
-Sí. No quiero llevarte la contraria.
-Me vas a obedecer.
-Siempre.
-Dime qué miras.
-Le veo a Ud.
-Me acabas de desobedecer. ¿Así cumples tus promesas?
-¿Por qué me miras mal?
-¿Y cómo sabes que te miro mal, si llevo puestas las gafas oscuras?
-Porque, si a pesar de que el día está tan nublado, llevas las gafas oscuras, es para poder mirarme asegurando la impunidad.
-La impunidad no constituye un delito.
-No sólo lo constituye, sino que además lo presupone.